lunes, 19 de noviembre de 2012

Nueva estructura universitaria

"Los cambios de planes de estudio y la aparición de nuevos títulos han llevado a que las áreas de conocimiento hayan pasado de excedentarias a deficitarias en PDI, lo que unido al crecimiento de la Universidad ha provocado un gasto mayor en el capítulo presupuestario sobre personal"
GABRIEL GARCÍA SÁNCHEZ La Universidad anterior a la Ley Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria (LRU), puede definirse como ´la Vieja Universidad´, dedicada prácticamente a la enseñanza y en la que la investigación se puede calificar como ´incipiente´, y tampoco contemplaba la relación con el entorno social.

Tras la aprobación de la LRU, hubo un aspecto que quedó algo ambiguo: se nota que el legislador deseaba una estructura departamental, pero tuvo miedo de eliminar las facultades y escuelas debido a su larga tradición, por lo que en este momento siguen existiendo centros y departamentos; además, hay situaciones más complejas como las de las universidades catalanas. La relación Universidad-sociedad quedó resuelta, aunque de manera deficiente, por la creación de los Consejos Sociales.

Casi treinta años han pasado, ha habido dos reformas de la LRU, la LOU del PP y la modificación de ésta, la LOU-LOUM del PSOE, en la que cobran mucho valor las relaciones internacionales de todo tipo; otras dos de los planes de estudio, existen 79 universidades públicas, un buen número de privadas, e instituciones similares ambiguas como la UCAM (una curiosidad: es la primera vez que veo que en una apertura de curso se tome la foto del claustro de profesores de espalda), las titulaciones han aumentado exponencialmente, el profesorado (PDI), el personal de administración y servicios (PAS) y los alumnos han aumentado; sin embargo, la estructura permanece intacta.

La explicación se puede encontrar en que los muchos cambios que se han producido han hecho que la estructura universitaria no haya podido cambiarse; una desgracia, porque probablemente esta labor la acometa el peor ministro del ramo que ha existido en la democracia, el señor Wert, salvo que tengamos la suerte de que dimita o lo destituyan pronto.

Los cambios de planes de estudio y la aparición de nuevos títulos han llevado a que las áreas de conocimiento hayan pasado de excedentarias a deficitarias en PDI, lo que unido al crecimiento de la Universidad ha provocado un gasto mayor en el capítulo presupuestario sobre personal, no imputable en absoluto a la Universidad, que no ha hecho más que adaptarse, en cada caso, a la nueva situación.

En estas circunstancias, tenemos lo que se llamaría coloquialmente un ´carajal universitario´, por lo que se hace necesario e inaplazable un cambio de estructura, con el añadido de que estamos en una situación de crisis que no sabemos cuándo acabará y condiciona lo que se quiera hacer.

Por lo pronto, el número de universidades es excesivo; esto tiene mal arreglo como no sea uniendo aquellas que estén cercanas. Que nadie vea perversión en esta unión cuando se está en la Región de Murcia; algún tipo de enlace tiene que haber entre las universidades públicas de esta Región, porque la unión hace la fuerza, como se ha podido ver con la reciente creación del Campus Mare Nostrum. ¡Juntos podemos! También habría que integrar el Campus de Lorca en alguna de las dos universidades públicas, pese a que fui el primero en defender que hubiera estudios universitarios en Lorca, pero dentro de una Universidad. Los experimentos, con gaseosa.

Ahora bien, lo más difícil de resolver es la proliferación de estudios, porque entre las que podríamos llamar ´titulaciones de moda´ que pronto se quedan sin alumnos, y las clásicas que se encuentran a distancias cortas, y encima más de una, no queda otra solución que, conforme se vayan quedando sin alumnos, cerrarlas. Ya sé que la medida es dura, pero titulaciones con menos de cinco alumnos en el primer curso son insostenibles; eso sí, su eliminación producirá un excedente en el profesorado que se puede corregir no sustituyendo a los que se jubilen. Aquí no valen decisiones drásticas.

Hay que unir centros para formar grandes facultades: sociales, humanidades, experimentales, etc., primero sin compartir espacio, pero en la medida en que se vaya pudiendo, acercando, poco a poco, a los centros actuales hasta crear definitivamente las nuevas facultades temáticas. Y algo similar habrá que hacer con los departamentos: unir a los que son afines por el mismo procedimiento que los centros. De estas últimas dos medidas comentadas se debe producir también una redistribución del PAS que sea más eficiente, y a medio plazo debe redundar en una optimización de los recursos a la que estamos obligados, porque estamos financiados por fondos públicos que son de todos los ciudadanos y no podemos dilapidarlos. Tómese esta opinión como una reflexión sobre un tema de envergadura, que requiere tiempo y la participación de toda la comunidad universitaria.

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/11/19/nueva-estructura-universitaria/439705.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario