jueves, 31 de mayo de 2012

Cambios traumáticos


GABRIEL GARCÍA SÁNCHEZ La caída en 2008 de Lehman Brothers, el cuarto banco de USA, produjo una conmoción mundial que parece no tener fin. Desde entonces la economía de casi todos los países del mundo, y sobre todo los ciudadanos de rentas más bajas, han visto caer sus salarios y perder sus empleos debido a algo que no conocíamos, que se llaman mercados, y que han dejado en evidencia a la política; son ellos los que gobiernan.

Este hecho ha dado una estocada de muerte al paradigma neoliberal, o al ´pensamiento único´, pero lejos de desaparecer de la escena, sin ningún pudor se han puesto a ofrecer recetas para salir de la crisis en la que estamos inmersos y que ellos mismos crearon.

Pero la ciudadanía ha salido bien enseñada de que el mercado por sí solo no funciona; necesita regulación. El reciente caso de Bankia es uno más de los ejemplos que se le pueden reprochar a esta ideología de doble moral: cuando las cosas ruedan bien quieren que el Estado esté cuándo más lejos mejor, pero cuándo pintan bastos es el ´papá Estado´ el que tiene que ir a su rescate, siendo los ciudadanos los paganos de los errores que, en su avaricia por ganar lo máximo posible, cometen los mercados.

En nuestro país, la crisis financiera se ha visto bien acompañada de la conocida como burbuja inmobiliaria, que ha alcanzado su máximo esplendor en nuestra Región. Miles de millones de euros han engrosado las arcas de unos pocos mientras que la mayoría ha visto como sus inmuebles perdían valor, lo que unido a la crisis económico-financiera, ha conducido a que muchos no pudieran pagar sus casas, que eran embargadas por los bancos que, previamente, habían sido rescatados gracias al dinero de la ciudadanía.

Por suerte, no todo lo que ha sucedido es malo; lo que ha pasado y sigue pasando no debe ocurrir nunca más porque se produciría una reyerta popular. Una Región cómo esta no puede subsistir con un 25% de parados €aunque habría que descontar el porcentaje de economía sumergida, bastante abundante en una región con una economía altamente especulativa€ y más de la mitad de los jóvenes en sus casas. No somos conscientes, pero estamos sentados sobre un polvorín que puede estallar en cualquier instante. El de momento incipiente, pero que crece día a día, movimiento de los ´indignados´ o del 15M, es una amenaza seria de un mayo francés del 68, pero con mayores perspectivas de éxito.

Y los cambios en los comportamientos de los ciudadanos se están poniendo de manifiesto en ejemplos tales como las recientes elecciones griegas, en las que los partidos históricos no han alcanzado el 50% de los diputados porque los ciudadanos no quieren plegarse a los caprichos de la Merkel y han votado a otras opciones, hasta ahora minoritarias, pero que tienen ofertas electorales más cercanas al pueblo.

A partir de ahora, las siglas van a decir cada vez menos, porque los ciudadanos, escarmentados, van a mirar muy bien quiénes trabajan por ellos y quiénes no; a los que ´curran´" y a los que figuran. Y exigirán una democracia más directa y más participativa, sin duda más sana que la actual, en la que después de la emisión del voto, el pueblo queda a merced del partido ganador sin posibilidad de abrir la boca hasta las siguientes elecciones.

http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2012/05/31/cambios-traumaticos/406993.html