lunes, 21 de enero de 2013

¿Y cuando acabe la crisis...?


Parece que hablar en estos momentos de que termine la crisis suena a chiste. No hay datos que nos indiquen que caminamos hacia ese deseado escenario; solo disponemos de la palabra de Rajoy, que sitúa el fin de la crisis en este año, pero el problema estriba en que la palabra de nuestro presidente del Gobierno, en estos momentos, tiene menos credibilidad que Bankia, cuyas pérdidas aumentan según se le va inyectando dinero. Al principio tenía ganancias, luego pérdidas, y más pérdidas, y cuando ya estaba rescatado gracias a los 14.000 millones de euros inyectados del fondo de rescate, aún le faltan más de 4.000 millones. Nuestra capacidad de sorpresa, en estos momentos, tiene que ser ilimitada, porque suceden cosas que se le escapan a cualquier pensador. 

Pero como decía don Antonio Machado, "todo pasa y todo queda", y puede ser que llegue un momento en el que podamos decir ¡tierra a la vista!; ese día, si es que llega, habrá que dar una fiesta colectiva en las plazas de todos los pueblos. Vamos a hacer un esfuerzo de imaginación para ver si somos capaces de predecir qué es lo que nos vamos a encontrar en esta Región.

No hay que ser adivino para deducir que los servicios públicos, Sanidad, Educación, etc., estarán extensamente privatizados, serán un negocio para sus dueños, tanto los de los centros sanitarios como docentes. Mala cosa, porque dejar derechos importantes en manos privadas puede ser una decisión que, antes o después, se nos vuelva en contra; baste para ello observar la Inglaterra de Margaret Thatcher antes y después de la privatización de derechos y servicios tales como Sanidad, Educación, Correos y Ferrocarril.

Además, mientras que la mayor parte de Europa ya habrá retomado el pulso de la situación y caminará hacia la normalización, aquí nos encontraremos con una Región con más de un 30% de paro y más del 60% de la juventud esperando a verlas venir, y los que trabajen lo harán con sueldos de miseria amparados por contratos leoninos. ¡Pobre Región!, se habrán cubierto casi dos décadas para estar en la peor situación, porque pese a que vivimos en una Comunidad en la que gobierna un PP con fuertes connotaciones religiosas -sectarias diría yo-, no leyeron bien aquel pasaje bíblico de las 'vacas gordas y flacas', porque todas serán flacas y el dinero de nuestra Región se encontrará allende nuestras fronteras en los numerosos paraísos fiscales existentes.

Probablemente, en un Estado centralizado como era la España de 1833, la división en provincias de Javier de Burgos pudo ser aceptable, pero en la España de las autonomías, que camina de facto hacia un Estado Federal, la división provincial presenta numerosos inconvenientes. Por ejemplo, ¿tienen futuro regiones como Cantabria o Murcia que no sea volver al tercer mundo? Creo que no. Una Región como la nuestra, cuando vuelva la 'normalidad económica', pero sin la 'quimera del ladrillo', no dispondrá de recursos para subsistir. De nuevo el Turismo -de baja calidad-, la Agricultura -cada vez con más problemas por la competencia de los países del Norte de África-, y la Industria Agroalimentaria, serán las únicas palancas en las que nos podremos apoyar, y en este contexto cada vez nos irán superando países emergentes como los Latinoamericanos, e incluso Angola ya empieza a acercarse a nosotros de forma peligrosa, y una de las razones es que con estos países nunca más podremos competir por la diferencia existente en los costes de producción.

Entonces vendrán las madresmías y nos acordaremos de las dos décadas perdidas sin un mísero avance en I+D+i. ¿Qué habría pasado si se hubiera invertido en sectores como energías renovables, química fina, biotecnología, ciencias de la salud, además de haber implementado las investigaciones en industria agroalimentaria? Además, se podrían haber establecido colaboraciones con provincias limítrofes como Almería con la que tenemos grandes similitudes, e incluso Alicante o Albacete, por no tocar el mapa provincial, que parece labor de titanes.

Cuando he priorizado la provincia de Almería es porque solo basta ir por la costa desde Águilas a Almería para ver que todo es lo mismo. Que no se nos olvide que en el referéndum de Andalucía de 28 de febrero de 1980, la única provincia que no votó a favor fue Almería, y si uno, como es mi caso, habla con las gentes de allí, en la mayoría de los casos prefieren unirse a nuestra Región que pertenecer a Andalucía.
 

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